Las Ciudades de Sigmar se extienden a lo largo y ancho de los Reinos Mortales para recuperar los asentamientos perdidos en la Era del Caos. Las Mighty Dawnbringer Crusades, repletas de ciudadanos, van acompañadas de columnas formadas por mariscales experimentados, fusileros armados con rifles y pesados Ogor Warhulks con amigos con ojos de águila.
Estas formaciones de Castelite son tan vastas que son presa fácil para ágiles bandas enemigas que atacan los flancos y eliminan a los rezagados. Para garantizar que el territorio en el que se adentran sea seguro, los generales sabios envían grupos de dedicados cazadores de Wildercorps delante de ellos para que actúen como exploradores sigilosos.
Los Wildercorps Hunters son rastreadores expertos, con un profundo conocimiento de las partes más difíciles de los Reinos Mortales. A menudo reclutados entre los Recuperados (esos pueblos que sobrevivieron durante generaciones bajo el cruel látigo del Caos, mientras las puertas de Azyr estaban cerradas), han soportado enfermedades, hambre y las inclemencias del tiempo para perfeccionar sus habilidades hasta el filo de un cuchillo.
Los escuadrones de Wildercorps no tienen paralelo en su capacidad para explorar el entorno en busca de trampas y zapadores. Realizan esta vigilancia con la ayuda de Trailhounds, perros legendariamente de mal genio criados para tener sentidos agudos y mandíbulas poderosas. Olfatean grupos de exploración rivales y reconocen arboledas sombrías y madrigueras húmedas donde los cazadores pueden acechar.